De tocar en la boda de la realeza británica al bar tienda de La Barraca: así fue el viaje del pianista inglés Peter Roper-Curzon

“Las vueltas que da la vida” sentaron a un reputado músico británico, Peter Roper-Curzon, frente al antiguo piano de Casa Claudio, en la localidad salense de La Barraca. Una aldea, de alrededor de una decena de habitantes, a la que el intérprete llegó con su familia durante un viaje por la región. “Fue un gran honor haber tenido su visita. Ojalá vuelvan pronto para llenar de música parte de nuestro día”, apuntan en la familia que regenta el histórico bar tienda salense. Uno de los más antiguos de Asturias, con la cuarta generación al frente, en el que Lola Castro, la más mayor de la saga, aún toca el piano. 

Roper-Curzon es concertista de piano, organista, compositor y arreglista. Fue finalista de piano en el concurso BBC Young Musician of the Year 1996 y, más tarde, fue becario de órgano del LMH College de Oxford. Estudió piano con grandes maestros y, en la Universidad de Oxford, amplió su experiencia musical bajo la tutela de Susan Wallenberg, graduándose en 1999.

El músico inglés ha viajado por todo el mundo, y entre los hitos de su carrera, está la participación, como organista, en la boda de la princesa Eugenia de York, nieta de la fallecida Reina Isabel II de Reino Unido. La joven se casó en la capilla de San Jorge de Windsor en 2018, donde Roper-Curzon interpretó una pieza de Bach. 

En la Barraca, a más de 1.700 kilómetros de la capilla, y un ambiente muy diferente al del Castillo de Windsor, el pianista también ofreció su talento a los lugareños. Sus hijas fueron otras de las que se sentaron al piano de Casa Claudio, mostrando que el virtuosismo, en este caso, sí es heredado. 

Como punto de reunión, el histórico bar tienda de la parroquia salense de Malleza disfruta, asiduamente, de actividades, bailes y encuentros comunitarios. El próximo, esta noche a las 22:00 horas, un concurso de Brisca entre seis, con premios y buen ambiente garantizado.